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viernes, 26 de junio de 2015

El diablo





¿Hacia dónde me dirijo? - le pregunté a la Conciencia Arquetípica. Y me respondió el decimoquinto arcano, el mismísimo diablo:

"Soy el ángel caído.
El rebelde.

El que creyó que el ser humano merecía otra oportunidad:
la oportunidad de tomar el fruto del árbol de la Sabiduría.

Acepta tu lado más humano.
Acepta tus pasiones, tus errores, tus caídas.

Deja que tus impecables alas se oscurezcan con el barro del que surgió la vida.

Apasiónate por la vida y la vida se apasionará por ti.

Acepta lo que menos te gusta de los otros porque es lo que niegas en ti.

Lo que no recibiste es lo primero que deberás aprender a dar".


domingo, 21 de junio de 2015

Tres pisos no bastan…



El odio es el amor sin los datos suficientes (Richard Bach)

El amor y el odio no son ciegos. Están cegados por el fuego que llevan dentro (F. Nietzche)


Hoy me desperté y me encontré con ella: la tristeza

Me levanté, caminé hasta el baño y, al otro lado del espejo, me esperaba él: el vacío

Desayuné algo, más bien poco…aunque aderezado en exceso por varias cucharadas de nostalgia…rozando la sobredosis.

Salí al balcón y miré el hueco que ocupó un día ‘Margarita’: florida maceta de vivos (e hipócritas) colores que anunciaban la muerte de una esperanza recién nacida en mí.

Una esperanza ‘bebé’ a la que apenas se le concedió el tiempo de gatear por mi vida.

Miré al vacío y me pregunté si la altura sería suficiente…pero creo que tres pisos no bastan para salir del juego.

No me puedo arriesgar, aunque me sobren las ganas.

Agarré a mi tristeza por el cuello y la obligué a escupir.

Y escupió:

Hoy no valoro mi vida.

Hoy no me gusta estar viviendo.

Hoy no me parece que la vida sea bella.

Hoy me siento ‘castigada’ a seguir con vida…

Hoy te odio…por haberme encontrado.

Y al escucharla, hice míos los versos de un poema que leí hace un tiempo (*):

“Te condeno,

A que me eches de menos,

A que recuerdes nuestros días,

a que recuerdes nuestras noches.

Te condeno,

A que nunca más puedas volver a besar sin pensar en mí.

(…) Te echo de menos y esta es mi sentencia”.

Hoy, no han hecho falta tres pisos para que me sienta muerta y enterrada.

Hoy te odio como el poeta Luis Ramiro…porque hoy te odio como nunca quise a nadie.

Lyro




(*) Robert Barber (24 horas: regreso a la Tierra)
Pensaba que la vida le había tumbado. Y así era. La vida es sabia. Ahora sólo tendría que voltearse y contemplar las estrellas...


lunes, 8 de junio de 2015

Nos esforzamos demasiado por ocupar un lugar ‘importante’ en la vida de los demás, olvidando ocupar nuestro propio lugar en nuestra propia vida.

Tal vez la cuestión no sea qué lugar ocupamos en las vidas ajenas, sino cómo lo ocupamos y con qué. No podemos controlar qué papel nos repartieron en la ‘película’ del otro, pero siempre quedará en nuestras manos, aceptarlo o no, y en caso de aceptarlo, estar a la altura y dar lo mejor.

Nuestro ego siempre nos pide luchar por obtener el protagonismo, sin embargo los protagonistas ‘malos’ o ‘mediocres’ pueden echar a perder la película entera, mientras que algunos secundarios pasan a la historia por haber salvado una filmación por la que nadie apostaba.

No importa el papel que te otorguen, siempre puedes ser un secundario ‘inolvidable’ o incluso, un extra…’extraordinario’.
En la vida de otros, prescindibles somos todos, inolvidables…pocos.
Y esto me recuerda mucho a algo que escribí sobre otra gran figura olvidada en el escenario de la vida: el apuntador. 
Ese, es tan imprescindible como las corazonadas Emoticono heart 



Alguien dijo: “No te apures. Todo, después de un tiempo, te deja de doler o te deja de importar”. Es cierto. Solo que… ese ‘tiempo’ puede ser una hora, un mes…o una vida.