Deja que vuelva la magia. Permítete volver a empezar, volver
a nacer…eso es la Navidad al fin y al cabo: un recordatorio, una llamada para ‘dar
a luz’ a nuestro mejor Yo.
Esta noche, cree. Ellos…existen. Andan por ahí, entre planos
de existencia, materializándose gracias a la inocencia de las mentes aún no
contaminadas, a los corazones que a los que les cabe todavía una chispa de
ilusión.
No es que de ilusión también se viva…es que vivimos en una
perpetua ilusión que moldeamos sin darnos cuenta. Pero cada año, llegan Ellos
con los vientos de Oriente y nos susurran que la ilusión es la fuente de la
eterna juventud, es la fuente de la vida.
Esta noche, recuerda que Melchor está en ti y te trae de
nuevo el oro para que recuerdes que tienes el privilegio y la responsabilidad
de reinar en tu vida. Así que…ponte la corona y comienza a gobernar tu propio
mundo y a dirigir tus pensamientos y la voluntad de tu corazón…en la misma
dirección.
Esta noche, recuerda que Gaspar está en ti y te trae de
nuevo el perfume del incienso para que no olvides que formas parte de algo más
grande de lo que alcanzan a percibir tus sentidos. Un año más, te llega el
recuerdo de que tu esencia es divina y es sagrada. Que eres todo y eres uno. El
perfume del incienso, una vez más, te despierta.
Esta noche, recuerda que Baltasar está en ti y te trae de
nuevo la mirra para que embalsames y entierres todo aquello que ya no te sirve.
Todo aquello que te aleja de comprender que eres, al igual que todos los demás,
un ser único envuelto en un cuerpo perfecto para expresar aquello que tu alma
vino a expresar al mundo.
Esta noche, recuerda…que todas las noches pueden ser Noche
de Reyes y que todas las mañanas, cuando despiertas, tienes un regalo esperando
a que lo abras: tu vida.